turbo

La Importancia de mejorar la longevidad de los turbocompresores

Hoy en día se están poniendo de moda los motores pequeños, con cilindradas cada vez más bajas y se compensa el conservar la misma potencia e incluso incrementarla, colocándoles turbocompresores (lo que comúnmente llamamos turbo).

Con la necesidad de reducción de emisiones y de consumo de combustible como objetivo, los ingenieros de motores se centran en lo que ha dado en llamarse “downsizing” o reducción de cilindrada. No es algo tan nuevo, pero es reciente. Con los diésel, en los que se aplica el turbocompresor desde hace tiempo, los avances en los sistemas de inyección, cada vez con más presión, han conseguido espectaculares aumentos de rendimiento. Así, por ejemplo, el nuevo motor 1GD de Toyota HiLux con 2.8L de 174 HP sustituyo al 1KD con 3.0L de 161 HP. Mejorando potencia, con un motor de menor cilindrada y mejorando el consumo y las emisiones.  

Luego de una breve explicación para entender un poco esto de los turbocompresores y su importancia de cuidarlos y extender su durabilidad cabe mencionar que hace 25 años, los propietarios de vehículos turboalimentados tenían algunas formas interesantes de mejorar la durabilidad de un turbocompresor. Algunos propietarios abrían la coraza hasta la mitad cuando se parqueaban. Otros propietarios dejaban el motor en el mínimo (al ralentí) durante largos periodos antes de apagarlo. Algunos propietarios compraban un temporizador de turbo que hacía funcionar el motor cuando estaba parqueado durante un tiempo con la llave fuera.

Todos estos métodos estaban diseñados para hacer circular el aceite por el turbocompresor antes de apagar el motor. La falta de circulación de aceite provocaba depósitos de carbono en los conductos y pasajes después de que el motor se apagara al estar muy caliente.

Cuando un motor deja de girar, el aceite que fluye hacia el turbocompresor se detiene. Esto provoca que el aceite restante se caliente hasta el punto en que se convierte en depósitos de carbono. Los depósitos de carbono pueden obstruir los conductos que llevan el aceite al turbo.

A principios de la década de 1990, muchos fabricantes de autos y camionetas dejaron de utilizar turbocompresores en sus motores. Muchos sustituyeron los motores turboalimentados de cuatro cilindros por motores de mayor cilindrada. ¿Por qué?  Los fabricantes de automóviles estaban hartos de los costos de garantía y los consumidores empezaron a asociar los turbocompresores con problemas.

25 años después, los turbocompresores han vuelto, y lo han hecho rápidamente. Se estima que de 2010 a 2020 pasamos de un 5% a un 30-35% de autos y camionetas con turbocompresor ¿Cómo han superado la imagen negativa? En primer lugar, los fabricantes de automóviles no anuncian que los modelos son turboalimentados en los catálogos o con una insignia en la tapa de la coraza. En su lugar, llaman a los motores “Eco” o ponen una “T” en el nombre del motor. En segundo lugar, han desarrollado formas de refrigerar el turbo después de apagar el motor para aliviar la absorción de calor.

EL ACEITE COMO REFRIGERANTE

Cuando el motor está en marcha, el aceite es un refrigerante que extrae el calor del turbocompresor. Pero, para que el aceite refrigere el turbo, debe fluir. Las restricciones en los conductos de alimentación o retorno de aceite pueden hacer que el turbocompresor funcione más caliente de lo normal.

Por eso se requiere hacer una limpieza mayor al sistema de inyección, que involucra, inyectores, bomba de inyección, turbo, tanque de combustible, múltiple de admisión, cuerpo de aceleración tanto de diésel como de gasolina, acompañado de un afinado mayor y limpieza interna de motor al menos cada 20,000 kilómetros.

La elección y aplicación de un aceite de calidad es importante tomando en cuenta este realiza la función de refrigerante para el turbocompresor. Debe ser un aceite que pueda soportar las grandes temperaturas que se generan. Un aceite de baja calidad puede evaporarse con el calor y dejar carbonilla y lodos que dañan el turbo. En Repsa Autocentro contamos con aceites de la más alta calidad de marcas de alto reconocimiento y prestigio mundial como son Chevron, Havoline. Igualmente se recomienda consultar su manual de propietario.    

Hoy en día los modernos sistemas de control del motor de un vehículo permiten que, aunque este se apague, permita que se siga haciendo circular aceite por el turbo hasta lograr bajar la temperatura. Estos procesos son todos controlados de manera electrónica por el mismo vehículo. Esto a su vez requiere contar con una batería de máxima calidad, que permita realizar dicha tarea de manera eficiente sin que la misma pierda carga y durabilidad. Consulte con nuestros técnicos y asesores sobre la batería más idónea y con las especificaciones que recomienda el fabricante. Contamos con marcas de primera calidad que permiten un óptimo rendimiento de todos los sistemas eléctricos y electrónicos de su vehículo. 

Se estima el porcentaje de vehículos con turbo vendidos en nuestro país pueda subir hasta un 45% para el 2024. Cuida tu turbocompresor, cuida tu vehículo, realiza tus mantenimientos preventivos en tiempo y forma y evítate elevados gastos de reparación.

Leave a comment