Un vehículo es considerado de servicio severo al ser utilizado en muchas aplicaciones que demandan gran resistencia, lo que significa que el mantenimiento preventivo es clave para mantenerlos rodando y funcionando en buenas condiciones. Un vehículo de servicio severo es aquel que se conduce principalmente en tráfico pesado en tiempo caluroso, está sujeto a muchas paradas y arranques, se moviliza en terrenos accidentados o montañosos y con frecuencia arrastran un remolque. También se considera de servicio severo si se utilizan para conducir a alta velocidad o en competición, o se emplean para el servicio de taxi, reparto o cualquier otro uso de alta intensidad. Un vehículo sólo tiene que cumplir uno de los requisitos para ser considerado de servicio severo. Pero, todos ellos juntos, si lo analizan, se parecen mucho al desempeño de un vehículo familiar promedio en nuestro país.

Recordemos nuestro país es caliente, en tiempo de lluvia están sometidos mucho a inundaciones de calles, nuestro trafico nos somete a un constante pare y arranque, en nuestro país hay mucho polvo, por lo que al final prácticamente todo vehículos que transita en nuestras carreteras y caminos con una frecuencia del promedio para arriba (20,000 kilómetros al año o más) debe ser considerado un vehículo sometido a un servicio severo.

Los vehículos de servicio severo significan que los intervalos de mantenimiento de fluidos y filtros se reducen en tiempo y kilometraje para proteger el vehículo en estas duras condiciones. El servicio severo también incluye el interior. En condiciones extremas, como el tráfico urbano intenso, el filtro de aire de cabina podría estar expuesto a más partículas en el aire que contienen alérgenos inertes que pueden causar problemas respiratorios. Estos alérgenos inertes incluyen el hollín, el polvo de los frenos y la suciedad. Algunos filtros de aire de cabina pueden incluso filtrar aerosoles de virus.

No tener un filtro de aire de cabina limpio y de alta calidad puede significar un servicio severo para los ocupantes que pasan una media de 300 horas en el interior de su vehículo al año. Los filtros de aire de cabina también protegen el sistema de aire acondiciones (AC por sus siglas en ingles) de las partículas y los residuos que pueden contaminar y obstruir el evaporador. Incluso la más mínima obstrucción puede provocar una disminución del rendimiento del aire acondicionado.  

¿Cómo saber si se debe sustituir el filtro de aire de cabina? Lo primero es revisar el estado actual del mismo. Alrededor del 95% de los vehículos que circulan por las carreteras tienen filtros de cabina. La mayoría son de fácil acceso, ya sea en el interior o bajo la coraza. En segundo lugar, revisar el manual del propietario o la información de servicio que describe el servicio severo y las recomendaciones sobre el cambio del filtro de aire de cabina.

Hoy tenemos la gran ventaja que los filtros de aire de cabina se han actualizado e incluso mejorado enormemente. Hay filtros de aire de cabina que bloquean y controlan los olores a la vez que evitan el crecimiento de moho y bacterias en el filtro.

La tecnología de filtración de máximo rendimiento también filtra los aerosoles de virus, un mecanismo de defensa vital en el entorno actual. La capa de partículas de alta eficiencia bloquea hasta el 99% de las partículas finas, como la suciedad de la carretera, el polvo de los frenos, el hollín, el polen y otros alérgenos inertes para que no entren en la cabina o interior del vehículo, todo ello mientras se optimiza el flujo de aire a través del sistema de climatización o sistema de aire acondicionado (AC). Se trata de una tecnología que no existía hace más de 20 años, lo que permite garantizarle a nuestros clientes un filtro de alta calidad para su vehículo que se considera inmerso en un actividad de servicio severo.