llantas con baja presión

¿Por qué las llantas con baja presión de inflado son la raíz de todos los males en el mundo de las llantas?

Las llantas con baja presión son una causa muy común de fallas en las llantas, y una presión incorrecta de las llantas provocará problemas a corto y posiblemente a largo plazo.

¿Cuál consideran ustedes es la raíz de todos los males? Algunos dirán que es el dinero, pero si le pregunta a la gente del sector de las llantas, la respuesta es que las llantas están infladas de forma inadecuada.

En este artículo, hablaremos de por qué las llantas mal infladas son la raíz de todos los males en la industria de las llantas.

Los peligros de un inflado inadecuado de las llantas

Las llantas con una presión insuficiente siguen provocando averías, lo que genera problemas a corto y largo plazo. Cuando el inflado es incorrecto, cambia la huella o pisada de la llanta, provoca una flexión excesiva de los laterales y genera calor en exceso. Ese calor debilita la estructura de la llanta con el tiempo, lo que provoca una avería prematura.

Es necesario tomar medidas proactivas para solucionar el inflado inadecuado de las llantas. En primer lugar, nunca deben inflar o aplicar aire a las llantas “calientes”. En cambio, deben dejar que la llanta se enfríe a temperatura atmosférica antes de ajustar la presión.

Técnicas de inflado adecuadas para llantas más seguras

Si una llanta caliente registra una presión de inflado inferior a la recomendada en frío, se debe inflar la misma al nivel recomendado más 10 psi. Una vez que la llanta se enfríe, alcanzará la presión adecuada. Sin embargo es bueno hacer una revisión y el ajuste que sea necesario con la llanta a la temperatura ambiente. 

La altitud también afecta la presión de las llantas, por lo que los técnicos deben tener en cuenta si una llanta se infló al nivel del mar o en elevaciones superiores.

El impacto de un inflado incorrecto de las llantas en la seguridad y la eficiencia

Un inflado incorrecto no solo daña las llantas, sino que también reduce el control del vehículo, aumenta los riesgos de reventón, empeora la maniobrabilidad en condiciones húmedas, aumenta el consumo de combustible y reduce sustancialmente el rendimiento de las llantas.

Adicionalmente, llantas con baja presión incrementan el esfuerzo de trabajo de todos los componentes de dirección. Se conseja revisar la presión de las llantas al menos una vez por semana y cuando se vaya a realizar un viaje largo.

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